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Danielle Mor y Liora Eilon

Danielle Mor y Liora Eilon

Liora Eilon \\ Tutora, educadora y sobreviviente de la masacre de Kfar Aza Su hijo Tal fue asesinado defendiendo el kubitz como comandante de la patrulla de defensa de la comunidad

Danielle Mor \\ Vice Presidente, Filantropía mundial y en Israel, la Agencia Judía de Israel

En el cuarto blindado de Liora Ilon en el kibutz Kfar Aza se encierran los miembros de la familia, entre ellos también la hija de Liora, Hadas, su hijo Ron y sus dos nietas Gali y Mika. Tal, padre de Gali e hijo de Liora, es comandante del equipo de guardia del kibutz. Mientras papá Tal lucha contra los terroristas y afuera se desarrollan combates intensos, Gali de quince años sigue con preocupación las correspondencias en el grupo de WhatsApp suyo y de sus amigos. Cuando terroristas rompen el vidrio de la puerta de entrada a la casa e intentan penetrar al cuarto blindado, Gali y su prima Mika se esconden debajo de la cama mientras el hijo y la hija de Liora luchan por la manija de la puerta del cuarto blindado, hasta que, entre las voces en árabe, también se escuchan voces en hebreo y queda claro que se desarrolla una lucha intensa justo dentro de la casa.


Cuando soldados de la unidad Duvdevan entran a la casa, la familia Ilon entiende cuán cerca estuvo la muerte, y cuán grande es el caos afuera. Los soldados saben que terroristas pasan de casa en casa y masacran a todos, pero no saben exactamente a dónde llegar, quién está a punto de ser secuestrado, quién resultó herido o a qué casa los terroristas irrumpieron ahora. Gali entiende que tal vez puede ayudar, y sale del escondite. Liora y Gali guían a los soldados en el mapa del kibutz y Gali saca su teléfono y lee los reportes de sus amigos y del resto de los miembros del kibutz. Cruza la información con los mapas de los soldados, los dirige a lugares donde hay enfrentamientos con terroristas y los conecta con miembros del kibutz, para que sepan que pueden confiar en ellos. «Gali envió fuerzas a todo tipo de lugares. Salvó a muchísimas personas», relata su abuela Liora. Horas después, cuando los soldados llaman y ofrecen evacuar a la familia Ilon, Gali y su familia deciden que pueden esperar, y que hay heridos que necesitan evacuación más urgente. Pero mientras tanto la noche cae sobre el kibutz, llega la mañana, la lucha continúa y los terroristas regresan. Asedian la casa de la familia Ilon, entran nuevamente e intentan romper la puerta del cuarto blindado. Pero los combatientes no olvidan a la joven valiente que los ayudó y llegan a rescatar a Gali y su familia. Por la tarde del domingo, al final de 35 horas largas, cuando están en agotamiento total de fuerzas, la pesadilla casi termina y llegan a un lugar seguro.

En los días siguientes los miembros de la familia se enteran de que Tal, padre de Gali e hijo de Liora, fue asesinado. 


Tal era comandante del equipo de guardia de Kfar Aza. Fue un héroe que protegió a su familia, su comunidad y en su último aliento, logró llamar al comandante del equipo de guardia del kibutz Saad y así salvó muchas vidas. Que su memoria sea bendita.


Cuando Danielle Mor, gerente de desarrollo de recursos en la Agencia Judía, se expone a la historia de Liora y los miembros de su familia, entiende que el mundo debe saber lo que pasó por la familia Ilon en las largas horas de terror, y ofrece a Liora y sus nietas salir juntas en una misión a Estados Unidos.


«Desde el primer momento sentí que Liora confiaba en mí y me permitía construir y planificar el viaje, aunque estaba claro que sería complejo, largo y exigente, física y emocionalmente», comparte Daniela. «Once días, cinco países, miles de personas: no es simple, y todo el tiempo está ante nuestros ojos la tarea casi sagrada: dar testimonio, y convertir a los oyentes en testigos. A lo largo del viaje pasamos juntas momentos emocionantes, conectores y elevadores, junto a momentos dolorosos y difíciles de soportar. También tuvimos la necesidad de cuidar a las niñas por encima de todo, quienes por su parte se comportaron como adultas en todo y me encantaron a mí y a todos los que las conocieron», cuenta.


«En cada uno de los momentos del viaje, me llené de admiración y gran aprecio hacia Liora por la sabiduría, sensibilidad y modestia suya, y también por sus valores increíbles, curiosidad y la recuperación», describe Danille. «Nos convertimos en amigas. Amistad que comenzó junto con el viaje de la delegación compartida nuestra, y continúa en la misión de la vida y esperanza que Liora continúa liderando todo el tiempo», concluye.

@ The Jewish Agency for Israel

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